Cuando Ayrton Senna no se clasificó para un Gran Premio.

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Recordamos la historia de cuando el genial piloto brasileño no logró clasificarse para la parrilla de salida por única vez en su carrera en el GP de San Marino de 1984.

Esta madrugada hemos podido presenciar cómo algunos de los rookies que debutaban a tiempo completo en la Fórmula 1 han sufrido para marcar tiempos competitivos en la sesión de clasificación. En una época con tests cada vez más limitados y clasificaciones frenéticas, es esperable que un novato pueda decepcionar a la hora de marcar un buen tiempo en comparación con un compañero más experimentado. Hoy día podemos esperar ver a todos los pilotos en la parrilla de salida al día siguiente, pero esto no siempre fue así. Incluso el que quizás sea el mejor piloto a una vuelta de la historia, Ayrton Senna, falló en clasificar para un Gran Premio.

Salida del Gran Premio de Dallas de 1984. En primer plano, Niki Lauda (8) junto a Ayrton Senna (19).

¿Cómo era la clasificación antiguamente?

Pero para contar cómo Senna no logró clasificarse, tenemos que explicar cómo funcionaba en aquel entonces un fin de semana de F1. Por lo general, un fin de semana comenzaba con una sesión de entrenamientos libres el viernes por la mañana, para posteriormente disputar la primera de las sesiones de clasificación de una hora por la tarde. Este mismo proceso se repetía el sábado. El mejor tiempo marcado por un piloto a lo largo de las dos sesiones de clasificación determinaba su posición en la parrilla. El domingo había un warm-up de media hora para poner a punto los coches y con la llegada de la tarde se disputaba la carrera.
El problema es que las parrillas estaban limitadas a 26 coches (con la excepción de Mónaco, que tuvo un límite de 20 hasta el año 1987) y si había más coches inscritos que plazas disponibles, algunos debían ver la carrera desde el garaje.

Ayrton Senna en acción durante el Gran Premio de Brasil de 1984.

El Gran Premio de San Marino de 1984 y la disputa con Pirelli.

El equipo Toleman, con el que el brasileño vigente campeón de la F3 Británica había hecho su debut, estuvo presente el viernes en el circuito de Imola. Pero su garaje era sin duda el más silencioso dentro de los equipos allí presentes. ¿El motivo? El equipo británico había usado neumáticos Pirelli desde sus inicios en la Fórmula 1 allá por el año 1981 y aunque habían logrado puntuar aquella temporada 1984 con Senna en Kyalami (y en Zolder una vez los Tyrrell fueron descalificados meses más tarde) no se encontraban contentos con la goma italiana.
Ted Toleman exigió a Pirelli una cantidad de dinero de unos tests que se le debía y a modo de protesta decidió no disputar la sesión del viernes hasta que este dinero le fuese devuelto. En realidad, el equipo ya había firmado un contrato con Michelin para que la firma francesa les proporcionase sus neumáticos a partir del siguiente GP en Francia. Irónicamente, esta disputa pública con Pirelli le causaría más de un quebradero de cabeza a Toleman al año siguiente, pero esa es otra historia.

El Toleman TG183B con el que Senna inició la temporada 1984.

La sesión del sábado, la última bala.

El equipo y Pirelli llegaron a un acuerdo para que los monoplazas salieran a pista en la sesión de clasificación del sábado. La pista estaba secándose después de un chaparrón caído durante la mañana y las previsiones por parte del equipo para clasificarse a la carrera eran optimistas. Johnny Cecotto, marcaría el 19º mejor tiempo y tomaría parte en la carrera del domingo, pero no así Senna.
El paulista rodaba en la pista de la Emilia-Romaña por primera vez aquel fin de semana, pero su TG183B sufriría un problema con la bomba de combustible. Se le cambiaría dicha bomba, pero el Toleman se quedaría parado en la pista italiana y sin tiempo para regresar a boxes a montarse en el muleto, Senna debía conformarse con un tiempo de 1:41.585. Este tiempo le colocaba en 28ª y última posición, a unos dos segundos y medio del tiempo marcado por el austríaco Jo Gartner, quién fue el último de los pilotos clasificados. A partir del siguiente GP, Senna empezaría a usar los neumáticos Michelin junto al TG184, y las fortunas del equipo cambiarían.
Senna e Imola son dos nombres unidos por la tragedia, pero no hay que olvidar que en este circuito, Ayrton logró varios de sus mayores éxitos. En sus diez visitas posteriores al circuito italiano, marcaría la pole en ocho ocasiones, más que en ningún otro circuito y vencería en los años 1988, 1989 y 1991. Y eso después de no clasificar para un Gran Premio por única vez en su carrera aquel 5 de mayo de 1984.

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